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Ya están colectados en “caja” los recuerdos (“postales”) que memoria y escritura han fijado. Se trata de un recorrido que alcanza su meta sin dejar afuera, al dar el paso, el valor de lo pasado. […] Podría decirse que el destinatario diseñado por la obra de Luis Carro, al desplegar su amorosa galería de personajes locales, identificados o anónimos, no es otro que el destinatario colectivo esbozado por el texto citado. Pero Caja de postales va más allá: se propone la épica tarea de dar espesor identitario a la localidad y sus estirpes
Tatiana Oroño