En el corazón de nuestro hogar, la creatividad florece entre las manos expertas de una familia apasionada. Mi madre, a los 71 años, teje con maestría el arte del crochet, mientras que mi padre, un autodidacta de 81 años, da vida a la madera a través de sus esculturas.
Cada artículo que encuentras en Karmel Crochet ha sido confeccionado con amor y cuidado, utilizando elementos reciclados para dar nueva vida a materiales olvidados. Mi madre, con más de cinco décadas de experiencia, y mi padre, un artista polifacético, fusionan tradición y creatividad en cada obra.
Mi nombre es Marcela, hija de estos artistas extraordinarios. Desde mi infancia, he explorado el arte a través de la pintura, estudié arquitectura y diseño gráfico, y también me sumergí en el mundo del marketing digital y las artes escénicas, siendo actriz de teatro.
La vida me ha llevado por caminos inesperados, enfrentando una enfermedad rara llamada Síndrome de Guillain-Barré. Aunque en este momento experimento dificultades motoras y fatiga, estoy comprometida a compartir la magia del arte de mis padres con el mundo. El arte ha sido mi refugio, y ahora es mi forma de agradecerles todo lo que han hecho y hacen por mí.
A través de Karmel Crochet, estoy convirtiendo mi experiencia en una oportunidad para destacar el increíble talento de mis padres. Mientras recupero mi movilidad poco a poco, he puesto todo mi conocimiento al servicio de sus obras, porque el mundo merece conocer la belleza y la habilidad de esta pareja extraordinaria.
Gracias por ser parte de nuestra historia y por apoyar el arte que fluye de generación en generación. Explora nuestra tienda, descubre la magia de la creación hecha a mano y únete a nosotros en este viaje artístico y resiliente.
Desde Karmel Crochet agradecemos su preferencia.