La lavanda posee efectos tranquilizante, calmante y regenerador de los tejidos. 

Con su aroma floral y fresco además de aromatizar tu hogar, actúa sobre tu cuerpo y tus emociones.

Su aroma tranquilizante disminuye el estrés, la ansiedad, el pánico, la depresión. Y es un excelente compañero para el buen descanso tanto como para bebés, niños y adultos. Es un producto de uso familiar debido a que es 100% natural, sin tóxicos ni agregados.

 Además, es un producto ideal para tener siempre en nuestro botiquín de primeros auxilios ya que es espectacular para calmar alergias en la piel, eczemas o reconfortar la piel de quemaduras de contacto o solares. 

Hay varias formas para disfrutar de sus beneficios:

- Si lo que deseas es aromatizar el ambiente y lograr un clima de calma, tranquilidad y relajación ya sea para estar en armonía o a la hora del descanso en la habitación de los pequeños o en tu dormitorio, puedes hacerlo mediante un difusor y hornito. 

- Si lo que deseas es poder tener un buen descanso porque tienes problemas de insomnio o para conciliar el sueño, puedes poner todas las noches una gota de aceite de lavanda en la almohada debajo de la funda. 

Esa simple gota hará que tengas un sueño reparador. 

- Si te encuentras frente a una crisis de pánico o ansiedad, coloca una gota del aceite de lavanda en la palma de tu mano, frota y haz carpita en la nariz inhalando y exhalando con tranquilidad. 

- Si tuviste una quemadura o tienes alergia en la piel, lo colocas directo en la zona.